Adularia (Piedra Luna)
Se le llama Adularia por su origen, Adulas, una montaña de los Alpes suizos.
La energía de la Adularia nos aporta equilibrio emocional ya que nos ayuda a asimilar las experiencias del día a día, a digerir, en sentido energético, los desafíos, pruebas, retos y circunstancias sorprendentes que en principio pueden desconcertarnos.
Por su influencia lunar es muy recomendable como piedra personal para personas con tendencia a los desbordamientos emocionales, temperamento irritable, mal humor melancolías o depresiones, ya que tiene la propiedad de centrar, proteger y equilibrar. Se le atribuyen cualidades protectoras ante pesadillas y miedos nocturnos.
La Adularia más emblemática es la de tonalidades blancas (la mas parecida a la luna), pero también existen las adularias de color azulado lechoso, anaranjado, verdoso, gris e incluso marrón, siempre preciosas, brillantes y originales.
Es armonizadora en procesos de desasosiego, inquietud, preocupación, tristeza, sentimientos de pérdida, duelo y desequilibrio emocional.
Una de las propiedades de las piedras lunares es que expanden, potencian y equilibran las cualidades de visión del chakra del Tercer Ojo.
La Adularia tiene la propiedad de cambiar su apariencia reflejando el estado anímico de la persona que la lleva o del ambiente en que se encuentra. En estados positivo brilla y refleja colores azulados, en estados desarmónicos se vuelve opaca y sin color.
Llevar un colgante de Adularia está indicado para personas cuya profesión o trabajo tenga que ver con el trato con la gente.
Es considerada una de las piedras más sagradas del ritual tántrico. (tantra es una palabra en lenguaje sánscrito que significa unión). Es recomendada a toda persona que esté trabajando en la reconciliación de opuestos, es decir, en su energía masculina o femenina.
Fuente «Cristales de Sanación» de Nina Llinares
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