Azabache
Del Árabe Sabag, que quiere decir piedra del sábado. El Sábado es el día consagrado a Saturno, que a su vez rige el color negro sagrado y profundo, así como el violeta.
El Azabache no es un mineral sino un conglomerado de residuos vegetales fosilizados, y es uno de los amuletos protectores más antiguos y eficaces conocidos por el ser humano.
Quizá la sabiduría de los antiguos sanadores naturales, sintió que esta sustancia fósil poseía la fuerza de protección y de bendición de la Madre Tierra, o quizá debido a su resistencia, maleabilidad y profundo color negro, por analogía, se empezó a utilizar para alejar precisamente todo lo que fuera oscuro como la pena, la envidia, la tristeza, los pesares, el mal de ojo….y se empezó a tallar en forma de amuletos protectores, práctica que dura hasta nuestros días principalmente en Asturias y Galicia.
Al igual que las piedras negras, el azabache es muy eficaz en estados depresivos, ya que ejerce un gran poder de protección y repulsión de las energías parasitarias o negativas.
Los médicos de la Edad Media lo recomendaban para la sanación del dolor de muelas, de cabeza, y como protector de todo tipo de males que pudieran acechar a los bebes y niños pequeños (enfermedades infantiles de las que no se sabía apenas nada). También se sigue utilizando para conciliar el sueño y alejar las pesadillas colocándolo debajo de la almohada.
El azabache es autolimpiable, sin embargo resultará muy conveniente que de vez en cuando lo situemos sobre una drusa de puntas de amatista para que recargue energéticamente. Otra manera más de purificarlo será pasarle el humo de un incienso de maderas nobles como el sándalo o pasándoles cuidadosamente un trapo de algodón embebido con infusión de salvia.
(Documentado en los trabajos de Nina Llinares)
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