Diamante Herkimer
Una maravilla de luz y transparencia, biterminado y casi perfecto en muchas ocasiones, el Herkimer es un cristal totalmente natural considerado el diamante de los cuarzos.
Su tamaño suele ser diminuto, aunque en ocasiones, encontramos algún ejemplar de tamaño mediano y de extraordinaria fuerza y belleza, en cuyo interior se pueden apreciar inclusiones doradas de litio.
Para los indios norteamericanos han sido muy valorados y los utilizaban situándolos cerca de su cabeza al dormir y así poder acceder a sueños reveladores.
Para los sanadores mexicanos, el Herkimer es uno de los cristales de sanación más apreciados a la hora de interactuar con sus pacientes y suelen llevarlos como colgante sobre la zona del corazón.
La procedencia más abundante y conocida de los diamantes Herkimer es el estado de Herkimer, en Nueva York, de donde toma su nombre. También los hay en México, Tanzania y en España (Asturias).
Crece de una manera extraordinariamente pura y única: este cristal “flota” en la cavidad rocosa llamada dolomita (compuesta de carbonato cálcico magnésico) donde sus átomos y moléculas se ordenan hacia diferentes puntos espaciales dando como resultado dos vértices. No necesitan aferrarse a una base sólida y no es necesario ni facetarlos, ni pulirlos, ni limpiarlos para apreciar, a simple vista, su belleza. No siguen ningún patrón ordenado en ritmo y velocidad de crecimiento y otra de sus peculiaridades es la de crecer en todas direcciones a la vez, tanto hacia sus dos ápices como en el centro del mismo, lo cual le otorga una peculiaridad energética única y extraordinaria: la de la coherencia vibracional, muy valorada en cristaloterapia por su capacidad armonizadora
Su vibración especialmente dinámica y reparadora fortalece los centros vitales.
Como autotratamiento o en sesiones de Terapia energética se dispone un Herkimer en el centro de cada uno de nuestros chacras durante unos 12 minutos, en posición tumbada y en estado de relajación, durante varios días seguidos, por ejemplo durante 7 a 12 días será lo ideal. Necesitaremos 7 Herkimers –uno por cada chacra- y 2 más para sostenerlos en cada una de nuestras manos.
Fuente: Cuarzos Maestros de Nina Llinares
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