Somos frecuencias

Una vez que nos desprendemos de creencias y opiniones, comenzamos a experimentar la vida y el mundo en base a frecuencias que emanan de la misma fuente

Muchos de mis artículos se basan en conferencias que escucho, y que comparto porque creo que pueden aportar una perspectiva más a nuestra realidad. Extracto lo que a mi me ha parecido más relevante y lo plasmo en un texto, pero siempre recomiendo disfrutar de la conferencia. En este caso le ha tocado a Sergi Torres, otro gran referente para cuestionarnos nuestro propio despertar de conciencia.

El universo es vida y es consciencia, y cada persona es una forma concreta de vivir, de vibrar, de pensar la vida. Es una forma concreta llamada personalidad.

Somos la fuente de lo que experimentamos. El mundo físico es solo un aspecto de la realidad.

Un ser humano no es aquel que nace en una época, se cree sus condicionamientos y se limita a vivirlos hasta que la muerte los separa. La mayoría de los seres humanos no se dan cuenta que están rodeados de universo, porque solo ven lo que ven.

Todo lo que hacemos esta en base a una creencia.

Si consiguiéramos descubrir el origen de nuestra existencia, si empezáramos a despertar una mirada lo suficientemente honesta para con nosotros, como para darnos cuenta que hasta ahora estamos siendo el efecto de una forma de pensar basada en creencias, y que no tienen nada que ver con cada instante presente.

Las creencias nunca nacen del presente, pero nosotros procesamos en base a creencias. Construimos sociedades en base a creer que son lo mejor, sin observar cual es el sentido de vivir de esta manera. Cuando nos paramos y observamos, vemos que no tiene sentido, y nos da tanto miedo, que volvemos a nuestras creencias.

Decidimos activamente someternos a los limites de nuestro tiempo, nuestra cultura y de nuestra época, por miedo a resurgir a una forma de ver las cosas que no tiene nada que ver con los demás o con nuestros antepasados, que solo tiene que ver con mi momento de existir. 

Tenemos una frecuencia auténtica, modulada por nuestro sistema de creer ser lo que somos y lo que creemos necesitar, en base a lo que creemos que es el otro, el mundo en el que vivimos y la sociedad.

La vida se reconoce a través de nosotros que somos formas de vida

Lo máximo que podemos descubrir en este mundo, una vez conocido el sufrimiento, es la ausencia de sufrimiento. Y la ausencia de sufrimiento es el amor.

El acto más elevado que un ser humano puede llevar a cabo en base al amor, es permitirse disolver su identidad enfrente a la consciencia que encierra dentro de su personalidad. Lo cual significa que usa su personalidad para estar presente. «Solo existe»

Si os gusto lo que nos cuenta Sergi Torres podéis consultar su bibliografía  

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